La población es eminentemente budista, aunque el porcentaje de religiosos ha disminuido desde la invasión de China. La lengua mayoritaria es el tibetano. En Tíbet se encuentra la mayor cima del mundo, en la frontera con Nepal, el Monte Everest.
EL TÍBET PRE-BUDISTA
La presencia de restos arqueológicos en Tíbet se remonta al 10.000 A.C., se trataba de pueblos nómadas de Asia central que llegaron a la región, aunque no es hasta hace unos 2.300 años que empieza a haber presencia clara de moradores en la Tierra de las nieves.
Según la mitología tibetana, los primeros habitantes del Tíbet fueron un mono (emanación de Avalokiteshvara) y una diablesa (emanación de Tara). Sus descendientes, mitad mono y mitad diablo, tras numerosísimas reencarnaciones cobraron su actual forma humana. Sus divinidades protectoras les enseñaron a dominar el fuego, la agricultura, las artes, la medicina, la herrería y la forma de gobernar y organizarse.
El rey mítico Nyetri Tsenpo, que según la leyenda era el Rey indio Rupati que llegó al Tíbet huyendo tras su derrota en la guerra del Mahabharata, es el primer personaje de la historia Tibetana. Se cuenta que hacia el año 127 A.C. inició su dinastía que tuvo 30 reyes que gobernaron hasta el siglo VII. Durante esta época se fueron desarrollando los cultos chamánicos y animistas que formaron el Bön, la religión primitiva del Tibet, basada en la interdependencia del hombre y la naturaleza. Esta dinastía militar se fué expandiendo desde el valle de Yarlung dominando toda la meseta del Tibet.
Según la mitología tibetana, los primeros habitantes del Tíbet fueron un mono (emanación de Avalokiteshvara) y una diablesa (emanación de Tara). Sus descendientes, mitad mono y mitad diablo, tras numerosísimas reencarnaciones cobraron su actual forma humana. Sus divinidades protectoras les enseñaron a dominar el fuego, la agricultura, las artes, la medicina, la herrería y la forma de gobernar y organizarse.
El rey mítico Nyetri Tsenpo, que según la leyenda era el Rey indio Rupati que llegó al Tíbet huyendo tras su derrota en la guerra del Mahabharata, es el primer personaje de la historia Tibetana. Se cuenta que hacia el año 127 A.C. inició su dinastía que tuvo 30 reyes que gobernaron hasta el siglo VII. Durante esta época se fueron desarrollando los cultos chamánicos y animistas que formaron el Bön, la religión primitiva del Tibet, basada en la interdependencia del hombre y la naturaleza. Esta dinastía militar se fué expandiendo desde el valle de Yarlung dominando toda la meseta del Tibet.
EL BUDISMO
El Budismo comenzó a introducirse en el Tíbet por primera vez hacia el S. II D.C. durante el reinado del rey Lha Thothori Nyatsen, pero no fue hasta el siglo VII D.C., con la llegada al poder el rey Songtsen Gampo, que el budismo se integra en el país de las Nieves. En esa época el Tíbet era un reino en expansión, debido a esto se realizaron alianzas matrimoniales con el emperador de la dinastía T´ang de China y con el rey nepalí Asuvarman. Sus dos esposas, la princesa Wen Ch´en Kung Chu y la princesa Tritsun eran practicantes budistas, y con su influencia llevaron el budismo Mahayana al Tíbet, transformando este reino feudal y militar en un imperio más pacífico.
Songtsen Gampo (¿-650) envió estudiantes a la India y llevó escrituras budistas al Tibet donde se comenzaron a traducir al tibetano. Fundó numerosos templos, entre ellos el Jokhang y el Ramoche, ambos en Lhasa. Durante su reinado unificó el Tibet y expandió sus fronteras.
El emperador Trisong Detsen continuó apoyando el desarrollo del budismo en el Tibet, fundando el monasterio de Samye con la ayuda de Padma Sambhava (Guru Rinpoché) y de Shantirakshita, llegando a un gran florecimiento, no solo de los estudios budistas, si no de las artes y las ciencias debido a la llegada de grandes especialistas de India y China. Es en esta época cuando se produce el Concilio de Lhasa, debido a la controversia que se generó entre el budismo Mahayana de China y las prácticas Vajrayana del budismo Indio, se realizó un concilio donde se acabó decidiendo que el Tibet seguiría el modelo budista Indio. A esta época pertenece la tradición Nyingma, heredera de los primeros introductores del budismo en el Tibet.
Las revueltas de la nobleza, aliada con los sacerdotes de la tradición Bön, que temían perder sus antiguas influencias y privilegios frente al aumento del poder de los monasterios budistas, provocaron problemas dinásticos y llevaron a fragmentar la nación y a que el budismo fuese perseguido bajo el reinado del rey Langdarma.
Songtsen Gampo (¿-650) envió estudiantes a la India y llevó escrituras budistas al Tibet donde se comenzaron a traducir al tibetano. Fundó numerosos templos, entre ellos el Jokhang y el Ramoche, ambos en Lhasa. Durante su reinado unificó el Tibet y expandió sus fronteras.
El emperador Trisong Detsen continuó apoyando el desarrollo del budismo en el Tibet, fundando el monasterio de Samye con la ayuda de Padma Sambhava (Guru Rinpoché) y de Shantirakshita, llegando a un gran florecimiento, no solo de los estudios budistas, si no de las artes y las ciencias debido a la llegada de grandes especialistas de India y China. Es en esta época cuando se produce el Concilio de Lhasa, debido a la controversia que se generó entre el budismo Mahayana de China y las prácticas Vajrayana del budismo Indio, se realizó un concilio donde se acabó decidiendo que el Tibet seguiría el modelo budista Indio. A esta época pertenece la tradición Nyingma, heredera de los primeros introductores del budismo en el Tibet.
Las revueltas de la nobleza, aliada con los sacerdotes de la tradición Bön, que temían perder sus antiguas influencias y privilegios frente al aumento del poder de los monasterios budistas, provocaron problemas dinásticos y llevaron a fragmentar la nación y a que el budismo fuese perseguido bajo el reinado del rey Langdarma.
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